El intercambiador en Legazpi conectará las líneas 3 y 6 de Metro en 2025
La terminal servirá de enlace con 33 líneas de autobuses y con bicis y patinetes eléctricos
El gran intercambiador de Legazpi , que ha rondado por los despachos de los responsables políticos madrileños durante más de una década, parece a punto de materializarse. El consejero de Vivienda y Transportes, David Pérez, así lo anuncia, al incluirlo entre los proyectos ... en que trabaja en este área, que acaba de asumir tras la ruptura del acuerdo de Gobierno entre PP y Ciudadanos y el nuevo reparto de responsabilidades decidido por la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El proyecto de la obra estará terminado en 2022, los trabajos se iniciarán en 2023 y el intercambiador funcionará, si se cumplen las previsiones, en 2025.
En Legazpi conectarán las líneas 3 y 6 de la red de Metro, utilizadas cada año por más de 70 millones de viajeros la primera, y por 111,7 millones de usuarios la segunda. Además, llegarán allí los autobuses interurbanos de la zona –9 en la actualidad–, y los urbanos: 22 líneas de la EMT. También contará con parada de taxis y con una zona para bicicletas y patinetes eléctricos.
El intercambiador se construirá sobre el antiguo edificio del Mercado de Frutas y Verduras, cuya titularidad es delAyuntamiento de Madrid. De hecho, el proyecto se hace en colaboración con el concejal de Movilidad de la capital, Borja Carabante .
La idea de utilizar Legazpi como intercambiador ronda desde hace mucho pero no había terminado de cuajar. Lo intentó en 2009 Alberto Ruiz-Gallardón , mediante un convenio que firmó como alcalde con el Consejero de Transportes y el Consorcio Regional de Transportes. Entonces, se pensaba en 20.000 metros cuadrados para el intercambiador y otros 20.000 de zona comercial para sostener la viabilidad del proyecto.
Varios intentos
En 2012, la alcaldesa Ana Botella retomó el asunto con un anteproyecto llevado del Consorcio Regional de Transportes, pero finalmente se descartó por considerarlo no viable económicamente por la Ley de Desindexación. Manuela Carmena, en 2016, cambió el plan del intercambiador en Legazpi por otra iniciativa para potenciar el antiguo Mercado de Frutas como espacio de participación ciudadana. Ahora se recupera la idea inicial en su finalidad, aunque cambia la manera de llevarla a cabo: del total de superficie prevista, la mitad (20.000 metros) se dedicarán al intercambiador y el resto serán para otras necesidades de la Junta de distrito de Arganzuela.
Convenio a tres bandas
Para la gestión de esta infraestructura se firmará un convenio a tres bandas, por el cual el Ayuntamiento cedería el edificio una vez ejecutadas las obras de refuerzo de su estructura –que está protegida– y de estabilización del suelo. La Comunidad redactará el proyecto del intercambiador y de los espacios destinados a la junta municipal, además de ejecutar las obras. El Consorcio de Transportes sería el encargado de la explotación y el mantenimiento del intercambiador.
Este intercambiador cerrará el círculo en torno a la capital. Se unirá a los existentes en Plaza de Castilla, Avenida de América, Conde de Casal (en construcción), Plaza Elíptica, Príncipe Pío y Moncloa, de manera que, según explicó a ABC David Pérez, «ya estarán cubiertas todas las salidas y entradas de la Comunidad de Madrid, de tal forma que será posible que la gente llegue por cualquiera de sus accesos se encuentre un intercambiador donde confluyan Metro, autobuses urbanos e interurbanos».
La infraestructura supondrá una inversión de unos 40 millones de euros, de los que al menos parte se quiere conseguir por la vía de los Fondos Feder de la Comunidad Europea .
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