Ajena a los escándalos que, una vez más, salpican a su marido, el Rey Juan Carlos, Doña Sofía ha acudido exultante este sábado por la tarde en Atenas a la boda de su sobrina Teodora de Grecia con el abogado californiano Matthew Kumar. La Reina Emérita asiste al gran enlace real del año junto a sus dos hijas, las Infantas Cristinas y Elena, y tres hijos de la primera: Juan, Miguel e Irene. La benjamina de Urdangarin causó sensación por su estilo en la cena de preboda el viernes por la noche.
Hace 60 años que el entonces rey Constantino II de los Helenos contrajo matrimonio en la Catedral Metropolitana de Atenas con Ana María, princesa de Dinamarca que acababa de alcanzar la mayoría de edad. Y no han pasado aún dos años desde que el mismo templo acogió los funerales por el destronado monarca, quien tuvo una despedida casi de jefe de Estado. Los dos acontecimientos habrán sido recordados mientras en el mismo lugar se celebraba el esperado enlace de la hija menor de Constantino, Teodora de Grecia. Protagonista de la gran boda real del año, a la tercera va la vencida y la princesa dará el sí quiero al abogado estadounidense Matthew Kumar.
La familia real helena al completo, lógicamente, ha estado presente en la ceremonia que ha comenzado a las 5:30 de la tarde y en la que el príncipe Pablo, actual jefe de la Casa, ha ejercido como padrino, ocupando así un rol que tanta ilusión le hacía al hermano de la Reina Sofía. Y es que cabe recordar que la boda de Teodora se iba a celebrar en el año 2020. El compromiso nupcial había sido anunciado a bombo y platillo por la oficina del rey en 2018. Pero la pandemia global del covid dio al traste con los planes iniciales de la princesa, quien pospuso el casamiento a la espera de tiempos mejores. Se dispararon entonces toda clase de rumores ya que, por el camino, se le adelantó su hermano el príncipe Felipe, a quien el coronavirus no le impidió casarse con la rica heredera Nina Flohr.
Y aún tuvo que suspender Teodora su gran día por segunda vez, en este caso por la triste muerte de su padre, en enero de 2023. Tiempo han tenido, pues, los novios para pensárselo y llegar convencidos hoy al altar.
Entre los asistentes de sangre azul a la boda, destacan la Reina Sofía, junto a sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, y su hermana, la princesa Irene de Grecia. Otra tía de Teodora, la reina Margarita de Dinamarca, no estará presente en Atenas, dado que se encuentra convaleciente por una reciente caída. Sí han acudido la otra hermana de la reina Ana María, la princesa Benedicta, junto a sus hijos; Alejandro y Catalina de Serbia y los más jóvenes príncipes de Hannover, entre otros miembros de la realeza que arropan a la princesa que soñó con ser actriz, y que lo intentó durante años en Hollywood, donde apenas logró algunos papelitos de poca monta.

El hindú fornido y poco rico con el que se casa Teodora de Grecia
La mayor decepción para el gran público es la ausencia en esta boda de algunas de las personalidades más esperadas, que han declinado la invitación. Nos referimos, sobre todo, a los Reyes Felipe y Letizia -siendo príncipes sí estuvieron en el enlace del príncipe Nicolás con su hoy ex Tatiana Blatnik, en Spetses-, y aun al Rey Juan Carlos, entretenido con sus regatas en Sanxenxo y de nuevo en el ojo del huracán, esta vez por la difusión de fotografías de su viejo romance con Bárbara Rey.
El traje de novia lo ha firmado la diseñadora griega Celia Kritharioti. YTeodora tenía previsto llevar el histórico velo que han usado las mujeres de la casa real danesa desde hace más de un siglo, incluidas la reina Ingrid -quien, con motivo de su boda, en 1935 recibió la pieza de encaje irlandés de su madre, reina consorte de Suecia-, la reina Ana María o la hoy reina Mary, esposa de Federico de Dinamarca. Teodora lucirá también la diadema nupcial conocida como Jedive, realizada en los años 30 por Cartier con oro blanco y platino.
Como preboda, la reina Ana María recibió ayer a 250 invitados al enlace en una recepción en los jardines del Museo Cristiano Bizantino de Atenas, cuyo alquiler ha costado 15.000 euros. Las facilidades para que la dinastía helena dispusieran del lugar y el hecho de que en el contrato Ana María reciba tratamiento de "reina" han despertado esta semana furibundas críticas de partidos de izquierda como Syriza, que no cejan en su ataque a la monarquía.